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sábado, 4 de febrero de 2017

La banda y la groupie



El solo de guitarra marcó el final de la canción y, con ello, el final del concierto. Les había salido un concierto bastante bueno y se retiraron del escenario satisfechos. Cuando los miembros de la banda se hubieron limpiado e hidratado, se dio paso a los fans que disponían de la experiencia conocida como meet&greet, gracias a la cual podían acceder al backstage y conocer a los artistas. Un grupo de unas 10 o 12 personas entró por la puerta del camerino con los ojos brillantes de ilusión y las manos temblando de nerviosismo.

Los miembros de la banda estuvieron hablando un rato con el grupo de fans, firmando fotos y fotografiándose con ellos. Entre ellos destacaba una joven de pelo negro y ojos oscuros que llevaba el nombre del grupo escrito en la frente. Vestía unos vaqueros largos y ajustados marcando culo, y una camiseta caída por un hombro dejando ver la tira del sujetador. Tras un rato más que suficiente para conocer a tu grupo de música favorito, el encargado de relaciones públicas fue indicando a los seguidores que abandonaran el camerino. La atractiva morena, que en ese momento estaba hablando con el guitarrista, se acercó a su oído y le susurró si podía quedarse un rato más. Un par de gestos entre él y el relaciones públicas bastaron para que dejaran a la chica quedarse en el camerino.

Abandonaron el lugar todas las personas ajenas al grupo, y algún miembro de la banda que se retiraba a descansar. En el sofá del camerino quedaron el guitarrista, la chica y el vocalista del grupo, y en una silla frente a ellos se bebía una cerveza el batería. Aún se le notaba un poco nerviosa, y más ahora que era el centro de atención, pero poco a poco se fue calmando y actuando cada vez con más normalidad.

Llegaron a un punto de tal comodidad que el guitarrista ya tenía su mano en el muslo de la chica, a la cual no parecía importarle. Poco después se comprobó que lejos de importarle, le gustaba, ya que ella hizo lo mismo en la pierna del guitarrista. Con la mirada puesta en los ojos del músico, la chica avanzó con la mano hasta acariciar su miembro por encima del pantalón. Él sonrió, sabiendo perfectamente cómo iba a acabar aquello.

No hicieron falta palabras. Con una sonrisa pícara, la morena le desabrochó el pantalón y sacó su polla. Los músicos se miraron entre ellos, sorprendidos de lo directa que era la chica. Tras unas breves sacudidas con la mano a modo de presentación, se inclinó en el sofá hasta adoptar una postura cómoda para el sexo oral y se introdujo la polla en la boca. Poco le importó que hubieran otros dos miembros de la banda presentes.

La melena negra de aquella chica se balanceaba alrededor de la entrepierna del guitarrista. Él echaba la cabeza hacia atrás, con un bote de cerveza en una mano y la otra apoyada en la cabeza de aquella seguidora incondicional. El vocalista, al que ahora la chica daba la espalda, aprovechó el momento para manosear el firme culo de la joven, que ni se inmutó al notarlo. El batería, entre risas, se levantó a poner algo de música para dar ambiente.
 - ¿Qué tal lo hace? - Preguntó con tono gracioso el vocalista.
La chica dejó lo que estaba haciendo para girarse hacia él y contestarle por sí misma.
 - Ahora lo verás...
Y en cuestión de segundos había sacado su miembro y lo chupaba.

Los dos hombres del sofá ahora estaban sentados al lado, y la morena chupaba una polla mientras pajeaba la otra, y las iba alternando. Ninguna quedaba desatendida. Cuando lamía una, masturbaba la otra.
 - ¿Por qué no te quitas la camiseta?
No solo hizo eso, sino que también se deshizo del sujetador, dejando ver un par de pechos no muy grandes pero bien puestos. Los pezones estaban duros a causa de la excitación.

Uno de los hombres se animó a dar el siguiente paso. Se levantó y se puso detrás de la chica, dejando su boca ocupada con solo un pene. Levantó el culo de la morena y le bajó los pantalones. Luego apartó sus braguitas a un lado. A ella le brillaban los ojos, deseosa de que ocurriera lo que claramente estaba a punto de ocurrir. Y para deleite suyo, en seguida notó una dura polla introduciéndose en su coñito. Cerró los ojos y agarró con fuerza el miembro que estaba chupando, disfrutando plenamente de la penetración.

Aquella groupie no podía ni creérselo. Un miembro de la banda se la estaba follando mientras daba sexo oral a otro del grupo. Pero la cosa no iba a acabar ahí. Estaba desenfrenada. Dirigió sus oscuros y penetrantes ojos hacia el batería, que hasta entonces solo disfrutaba del espectáculo. Sin siquiera sacarse la polla que tenía en la boca, levantó la mano y le hizo un gesto con el dedo para que se acercara. Él obedeció y se sentó también en el sofá. La chica dejó temporalmente la polla del vocalista para ir en busca de una nueva. Desabrochó el pantalón del batería mientras se relamía los labios pensando en la tercera polla que iba a probar. Al sacarla ya estaba totalmente erecta, saludándola. Ella devolvió el saludo con un lametón desde los huevos hasta el glande, y luego se entregó a darle al batería el mismo placer que ya había dado a los otros dos miembros del grupo.

La indudable fan del grupo lo dio todo y lo disfrutó todo. Los tres músicos le hicieron gozar de lo lindo. Cuando su boca y su coño no fueron suficiente, fueron en busca de su culo. Ella no opuso resistencia, ya que es una práctica habitual para ella. Pese a lo completamente entregada que estaba ella, en ningún momento se sintió maltratada ni despreciada. Todo lo contrario, pese a ser un polvo muy guarro, la trataban con un cuidado y un cariño que definitivamente contribuyó a que disfrutara plenamente de la experiencia. Un cuidado que no significaba que el polvo no estuviera siendo de lo más salvaje.

Subidos al sofá, ocurrió algo inesperado para aquella morena. Mientras follaba animadamente encima de uno de los músicos, otro decidió penetrarla analmente al mismo tiempo. Cuando lo notó se puso algo nerviosa, nunca había hecho eso antes. Sin embargo, estaba demasiado cachonda para negarse. Las ganas que tenía de probar el placer que le podía proporcionar eso eran mayores que el miedo que tenía a que le hiciera daño. Más tarde se alegró al comprobar que había sido un acierto. Jamás había experimentado semejante placer. La doble penetración le provocaba unos gemidos de gozo que quedaban ahogados por la polla que tenía en la boca. A partir de ese momento, ninguno de los tres agujeros de aquella seguidora iba a quedar desatendido en ningún momento. Ella estaba alucinando. Ni en sus mejores fantasías se había imaginado esto.

El pene de mayor tamaño era el del guitarrista. Ella se retorcía de placer cada vez que entraba entera en su interior, sobre todo cuando lo hacía por el culo. Pero le gustaba más la del vocalista. Para ella era del tamaño perfecto, y le encantaba chuparla porque la manejaba perfectamente y podía metérsela entera en la boca, alojándola en la garganta. Sin embargo, el que más le hacía disfrutar era el batería. Era el más agresivo follando, y el sexo duro era lo que más le gustaba a ella. Disfrutaba con cada tirón de pelo, cada azote en la nalga y cada embestida sin piedad.

La groupie perdió la cuenta de los orgasmos que había tenido. Se sentía en la gloría escuchando los gemidos de placer de tres hombres distintos a su alrededor. Y se excitaba aún más cada vez que pensaba que eran los miembros de su banda favorita.
 - Dios... Me voy a correr... - Dijo uno de los tres hombres, aunque ella no distinguió quién.
 - Dentro no... Dentro no... - Pidió ella entre jadeos.
Se arrodilló en el suelo esperando recibir la primera corrida, pero en su lugar le llegaron las tres a la vez. La sincronización de la banda no se daba solo en el escenario. La morena se encontró con tres rabiosas pollas a escasos centímetros de su cara. Tres hombres sudorosos masturbándose frenéticamente para correrse sobre ella. Ella no podía estar más caliente. Pese a todos los orgasmos que había tenido, no podía evitar acariciarse el coño viendo lo que se le venía encima.

Se corrieron en orden, uno tras otro. Parecía que se habían puesto de acuerdo. Tras un par de fuertes gemidos, el vocalista soltó un par de chorrazos que cayeron principalmente en la boca abierta de la chica. Mientras se deleitaba tragando lo que le acababa de caer en la boca, recibió una inesperada segunda corrida, ésta vez del batería. Con su característica agresividad, agarró del pelo a la chica y se corrió abundantemente en su mejilla derecha. Semen caliente y espeso que resbaló por su cara y su cuello, cayendo por su cuerpo. El guitarrista fue el último en descargar. Apuntaba con su polla a la cara manchada de la chica, que le miraba lujuriosamente. Sin embargo, su corrida no salió con mucha fuerza por lo que solo un chorro llegó a impactar en su rostro. Los demás cayeron en su pecho, salpicando sus tetitas.

Los tres hombres cayeron exhaustos en el sofá, mientras que la fan incondicional del grupo descansaba tirada en el suelo, presa de la excitación que aún sacudía su cuerpo. Dadas las circunstancias, le cedieron el primer turno en la ducha del camerino. Esbozó una traviesa sonrisa al ver su propia imagen en el espejo del baño. Se dio una ducha bien fría que le sirvió para calmar su calentón. Una ducha durante la cual no dejaba de repasar mentalmente la gran experiencia que había tenido. Solo lamentó que no estuviera la banda al completo.



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