Todos los relatos que aparecen en este blog han sido escritos por mí. Ninguno ha sido copiado de ninguna otra web de relatos y se ruega que, del mismo modo, tampoco sean copiados (excepto consentimiento expreso). Gracias.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Eva en directo



Era una noche como cualquier otra. Después de un rato viendo la televisión, la apagué y me dirigí a mi habitación para dormir. Antes de acostarme, me sonó el móvil y vi que había recibido un mensaje de Eva. Solo ponía: "Mira tu email ya". Intrigado, encendí el ordenador y abrí el email que, en efecto, había recibido de mi vecina. En él solo había un enlace, no ponía nada más. En otro caso no lo habría abierto porque parecía un virus, pero el mensaje que me había enviado significaba que ella era consciente del email.

Hice click en el enlace y se abrió en mi pantalla un vídeo. Pese a la escasa iluminación de la escena, se distinguía a un hombre sentado al borde de la cama y a una mujer arrodillada entre sus piernas. Le estaba haciendo una mamada que, a juzgar por la expresión del rostro del hombre, estaba siendo muy buena. Solo cuando la mujer se apartó el pelo moreno de la cara, se pudo ver con claridad la polla entrando en su boca. No solo eso, sino que fue entonces cuando reconocí a mi vecina. La mujer del vídeo era Eva. ¿Me había enviado un vídeo porno suyo?

Aunque en un primer momento pensé que era un vídeo, iba a descubrir que era algo aún más morboso. Por primera vez me percaté de que la fecha y hora marcadas en la esquina superior izquierda eran las de aquel mismo instante. Eva estaba retransmitiendo su polvo en directo para mi disfrute. Por la mala iluminación no había reconocido el dormitorio de mi vecina, en el cual tantas veces había estado.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Un gran día



Lara pasó las manos por sus pechos, acariciándolos. Le encanta acariciarse los pechos nada más despertarse. Estaba completamente desnuda en la cama. Su ropa interior estaba tirada por el suelo. Se giró en la cama y observó al hombre que yacía junto a ella. El hombre con el que había ligado la noche anterior. Metió la mano bajo las sábanas y acarició su cuerpo, también desnudo. Miró el reloj y comprobó que iba bien de tiempo. Se metió bajo las sábanas y bajó hasta colocarse entre las piernas del hombre. Lamió su polla flácida y sus huevos depilados. No tardó en meterse el miembro en la boca. Le encanta notar una polla endurecerse en su boca. Una vez dura, se ayudó con sus manos para hacer una buena mamada. Se dio cuenta de que el hombre ya había despertado porque sus manos acariciaron la cabeza de Lara.
 - Joder, es increíble lo bien que la chupas... - Fue lo primero que dijo el hombre al despertar.
A Lara le gustaba que le dijeran cosas así. Se sentía orgullosa y al mismo tiempo le ponía cachonda. Siguió chupando hasta que el hombre descargó en su boca.

Al salir de la ducha el hombre seguía tirado en la cama. Lara se vistió y cogió sus cosas.
 - Tengo que ir a trabajar. Puedes ducharte aquí si quieres.
Y dicho esto salió por la puerta.

Lara trabaja de secretaria en una oficina. Aquella estaba siendo una mañana muy tranquila. Abrió Twitter en su móvil y pasó un rato viendo los gifs porno que aparecían en su timeline. Cuando se dio cuenta, tenía una mano acariciándose el muslo, el cual estaba muy caliente. Dejó el móvil y revisó la agenda. Tras ello se dirigió al despacho de su jefe.
 - No tiene nada en la agenda hasta la hora de comer, señor.
El jefe dejó lo que estaba haciendo y miró a Lara. Sabía de sobra lo que ella insinuaba.
 - ¿Y qué se te ocurre?
Sin mediar más palabras, Lara se acercó a su jefe. Se arrodilló, le desabrochó el pantalón, sacó su miembro y se lo metió en la boca. Se la chupó hasta que la tuvo bien dura. Fue el jefe quien interrumpió la felación, apartó los papeles de su mesa e inclinó a Lara sobre ella. Le levantó la falda ajustada y le bajó el tanga hasta las rodillas. Ella abrió las piernas invitando al disfrute. En seguida notó la dura y gran polla de su jefe entrar en su interior. Agarrándola por la cintura, la penetraba con rabia. Cada embestida hacía temblar toda la mesa y hacía gozar a Lara. Él disfrutaba del poder de someter a su secretaria. Lara disfrutaba de la sumisión de ser usada para el placer. De vez en cuando recibía algún azote de su jefe, que alimentaba de esa manera su posición de superioridad. Ella, encantada, le ponen caliente unos buenos azotes. La gota que casi colma el vaso fue cuando le introdujo un dedo por el culo. Aún no disfrutaba plenamente del sexo anal, pero un dedo estimulándole esa zona le excitaba sobremanera. Estuvo muy cerca de correrse, pero las penetraciones se interrumpieron y notó el semen caliente caerle en la nalga. Se lo limpió y volvió al trabajo.