Todos los relatos que aparecen en este blog han sido escritos por mí. Ninguno ha sido copiado de ninguna otra web de relatos y se ruega que, del mismo modo, tampoco sean copiados (excepto consentimiento expreso). Gracias.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Bukkake a la animadora


Los jugadores acabaron el partido de fútbol y se dirigieron al túnel de vestuarios. Estaban felices ya que acababan de ganar el partido. Gritaban y reían en el vestuario mientras se quitaban la ropa e iban duchándose. De repente, a uno de los jugadores le pareció ver algo tras las taquillas del vestuario. Se dirigió allí lentamente y entonces la vio. Una joven y sexy animadora, con su sensual uniforme, morena, de ojos marrones con un tono verdoso y sonrisa picarona. Una mano la tenía por debajo de su faldita, dándose placer con caricias en la entrepierna, mientras miraba por un hueco entre las taquillas. Su nombre: Sara.

Se quedó paralizada al ver que aquel hombre la había descubierto. Él, silenciosamente, se acercó donde ella estaba. Se puso en frente de ella y se inclinó para susurrarle al oído:
-          Yo tendré la boca cerrada si tú la tienes abierta.
Y sin decir nada más se bajó el pantalón de deporte y los boxers hasta las rodillas. Sara ponía cara de duda y no estaba segura de lo que iba a hacer. Pero tenía que comprar su silencio, así que sacó la lengua y empezó a lamer el pene flácido de aquel chico. Se puso a chuparla, y notó cómo poco a poco empezaba a crecer dentro de su boca. Cuando ya tenía la polla totalmente dura, él cogía a Sara de la cabeza y le follaba la boca con ganas. Ella se dejaba hacer e intentaba no ahogarse, mientras oían al resto del equipo al otro lado de las taquillas.

Sin embargo, la suerte de Sara no acabaría con esa mamada. Aún no había concluido su faena cuando de repente se oyó un grito sobre todos los demás.
-          ¡Qué cabrón! ¡Se la guardaba para él solo!
Tanto el chico como Sara se giraron al instante y ahí estaba otro de los jugadores, mirándoles mientras gritaba. Rápidamente llegó el resto del equipo a ver lo que estaba ocurriendo. Cogieron entre todos a Sara y la llevaron al centro del vestuario. Con Sara en medio, todos los jugadores se sentaron en los bancos en torno a ella. El capitán del equipo, Juan, se puso en pie junto a Sara.
-          Mirad chicos, nuestro premio por ganar el partido. La preciosa… - Miró a la animadora con cara interrogadora.
-          Sara… - Contestó ella tímidamente.
En ese momento estaba un poco nerviosa y asustada por lo que podía llegar a pasar, pero lo mojada que iba evidenciaba que realmente estaba cachondísima por la situación que se le presentaba. Juan seguía su discurso.
-          Está claro que han querido premiarnos con este pedazo de culo.
La última palabra la dijo al tiempo que daba una palmada en el culo a Sara, y le agarraba la nalga fuertemente con la mano. Ella se sonrojó.
-          Levanta las manos. – Ella obedeció. – ¿Queréis ver carne?
Juan cogió del top de animadora por abajo y fue subiendo hacia arria mientras que el resto del equipo gritaba: “¡TETAS! ¡TETAS! ¡TETAS! ¡TETAS!”. Sara no bajaba los brazos. El top subió por encima del ombligo hasta llegar a cubrirle solo las tetas. Los hombres miraban babeando y gritando. Sara cogió aire. Pero sin embargo Juan le volvió a colocar el top.

Ella respiró pensando que había sido una broma, pero el capitán, que se había sentado con el resto, volvió a hablar.
-          He tenido una idea mejor. Sara se va a desnudar para nosotros.
El vestuario estalló en gritos de júbilo. A Sara se le abrieron los ojos completamente tras oír esto. Tras unos segundos quieta, se llevó las manos al top del uniforme de animadora y se lo quito lentamente bajo la atenta mirada de todo el equipo y sus griteríos. Sin embargo, ella misma se sorprendió al notar que aquello le gustaba y estaba disfrutando de ser el centro de atención. Ya con una sonrisita en la cara, hizo lo propio con la falda para quedarse únicamente en ropa interior. Se puso a moverse sensualmente alrededor del círculo formado por los hombres, ahora Sara se lo estaba pasando bien. Ellos la piropeaban conforme pasaba por delante, y los más lanzados le palmeaban el culo a su paso. Se dirigió de nuevo al centro y se llevó las manos a la espalda. Desabrochó su sujetador, lo cogió por delante y cuando estuvieron todos mirando se lo quitó de un tirón y lo lanzó a la multitud. Los hombres miraban embobados las dos grandes tetas naturales de Sara, las cuales ahora ella misma se tocaba y magreaba poniendo caliente al personal. Faltaba una cosa más. Sara deslizó lentamente sus braguitas hacia abajo hasta quitárselas del todo. Dio una vuelta sobre sí misma para que todo el mundo pudiera verla. Luego lanzó sus braguitas a la cara de uno de ellos.

Juan se levantó de nuevo y fue hasta ella. Le agarró las tetas y las disfrutó unos segundos. Luego dijo:
-          Tú ya nos has enseñado todo. Ahora nos toca a nosotros. Vamos chicos.
Se levantaron todos y la rodearon de cerca. Se sacaron todos la polla. Sara se emocionó mucho y miraba de lado a lado. Entonces Juan puso la mano en la cabeza de Sara y empujó hacia abajo. Ella se dejó llevar y acabó arrodillada entre la multitud de penes que apuntaban hacia ella. Juan ejerció su derecho de capitán y fue el primero en meter la polla en la boca de Sara. Ella empezó a chuparla mientras con las manos cogió otras dos pollas y se puso a pajearlas. Juan la cogió del pelo y le metió la polla entera en la garganta. Sara intentaba coger aire pero el capitán del equipo usaba su fuerza para mantenerla ahí. A Sara le brotaron varias lágrimas al estar ahogándose con la polla. Cuando por fin la soltó cogió aire desesperadamente pero no tuvo mucho tiempo para descansar porque el siguiente jugador ya se la había metido en la garganta. Así fueron pasando uno a uno follándole la boca a Sara. En un momento ya había saboreado las pollas de todo el equipo. Mientras chupaba una, el resto le golpeaban la cara con sus miembros y los restregaban por sus mejillas. Esa clase de sexo guarro a Sara le ponía a mil.

La bella cara de Sara era todo un cuadro. El rímel se le había corrido hasta manchar sus mejillas. Su propia saliva caía sobre sus tetas al babear mientras le follaban la boca. Juan decidió que era hora de pasar a algo más. Tumbó a la animadora boca arriba sobre uno de los bancos del vestuario. Apoyó su salivada polla sobre el coñito de Sara, y lentamente pero sin pausa la penetró hasta el fondo. Ella gimió de gusto. El resto se pajeaba a su alrededor. Le tocaban su cuerpo, sobre todo esas fantásticas tetas. Uno de ellos le metió la polla en la boca para que mamara mientras Juan se la follaba.

Sara ya estaba siendo follada a un buen ritmo. Los jugadores se iban turnando tanto su coño como su boca. Ella solo estaba tumbada y se dejaba hacer. Uno de los hombres decidió innovar y se sentó sobre su vientre. Puso su miembro entre las tetas y se puso a follárselas. Después de eso los demás empezaron a turnarse también las tetas de Sara. De repente, el que en ese momento estaba follándose su boca, no aguantó más y se corrió. Pero se corrió sin parar de follarse su boca, y la corrida fue directamente a la garganta. Sara se puso a toser aún con la polla de aquel chico eyaculando en su boca, y mientras otros dos seguían follándose su coñito y sus tetas. Cuando dejó de correrse, sacó la polla de la boca de Sara y le dio un par de bofetadas con ella en la cara mientras aún tosía. Después se fue a la ducha.

Cuando Sara dejó de toser otro chico ocupó el lugar del anterior. Poco después pusieron a Sara a cuatro patas en medio del vestuario. Juan se puso donde estaba su cara y se la metió de nuevo en la boca mientras decía:
-          Bueno Sara, sólo queda un agujero por probar.
En un principio no le asustó la idea ya que había tenido sexo anal anteriormente. Sin embargo cuando notó un glande apoyarse en su ano y giró la cabeza para ver quién sería el primero del equipo en follarle el culo, le invadió el pánico. Un negro con un pene gigantesco estaba preparado para encularla. Sara iba a decir algo pero Juan volvió a meter la polla en su boca y a penetrarla. El negro empezó a meterla por el culo de la animadora. Sara cogía las piernas de Juan mientras era penetrada por ambos extremos de su cuerpo, y a cada centímetro que entraba por su culo apretaba más las manos. Al mismo tiempo, miraba a Juan mientras se la chupaba, poniéndole ojitos de suplicar clemencia para su trasero. Sin embargo, lejos de darle tregua, Juan se puso a follarle la garganta hasta el fondo y a buen ritmo, y el negro hizo lo mismo por el otro lado.

En un momento Sara empezó a sufrir intenso dolor, pero poco a poco ese dolor fue transformándose en placer hasta el punto de que tuvo un gran orgasmo.
-          Vale, ya. Me toca. – Dijo entonces Juan.
El negro se apartó y cedió su lugar al capitán.  Sin suavidad ni nada, metió la polla en el culo de Sara como si fuera su coño. Eso provocó en ella un ligero sobresalto. Aun así se dejó hacer y Juan pudo darle embestidas anales a su gusto. Le metía la polla entera dentro. Pese a haber tenido antes la del negro, el agujero seguía siendo muy estrecho. Entonces Juan dio instrucciones a otro jugador para que se pusiera debajo de Sara, que seguía a cuatro patas. En cuanto ella notó una polla intentando entrar en su coño se sacó la polla de la boca para negarse:
-          ¡No, no! ¡Eso sí que no! ¡Por el coño y el culo a la vez no! Me vais a destrozar…
-     ¡Calla guarra! – Soltó el que se había puesto debajo. – Te estás follando a todo un equipo de fútbol, no te hagas ahora la estrecha.
Sin esperar permiso, el chico se la metió y Sara empezó a ser follada por el culo y el coño a la vez. Y no con delicadeza que digamos.

Sara gritaba y apretaba todos los músculos.
-          ¡Joder!  ¡Me vais a partir en dos! - Pero ni Juan ni el otro chico dejaban de follársela.
-          Que alguien la calle. – Ordenó Juan.
Un tercer jugador le metió la polla en la boca y silenció bastante sus gritos, aunque no dejaba de cerrar los ojos con fuerza, y otra vez salían lágrimas de ellos. Pero, tal y como había pasado antes, el dolor volvió a transformarse en placer, y a los pocos minutos llegaba el segundo orgasmo de Sara. Tras esto, como era habitual, los jugadores se turnaban entre su boca, su coño y su culo. Pocos minutos después el que se follaba el culo de Sara no pudo más y explotó dentro de ella. Mientras seguían follándole el coño y la boca, Sara notaba como el líquido denso y caliente se derramaba dentro de su culo. Al contrario de lo que ella habría pensado, esa sensación la puso aún más cachonda. Cuando aquel chico hubo acabado de rellenar el culo de Sara con su leche, el resto del equipo decidió que era momento de acabar aquella orgía.

Cogieron a Sara y la llevaron a las duchas. Arrodillada en el suelo, los jugadores del equipo la rodearon. Un montón de pollas a punto de correrse apuntando hacia ella. Sara se quedaba inmóvil, esperando algo, y se tocaba el coñito y acariciaba los pezones. Uno de ellos estaba a punto de correrse y dio un paso hacia Sara. Ella se cogió las tetas y las levantó como ofreciéndolas. Aquel chico apuntó hacia ellas y las regó con varios latigazos de semen. Al acabar dio un par de golpes con la polla en sus tetas y se fue a ducharse.

Segundos después se acercaba el segundo. Sara volvía a ofrecer sus tetas pero no esta vez él la agarró del pelo y dijo: “Abre la boca”. Ella obedeció. Abrió la boca y sacó la lengua. Sus manos dejaron  de sujetar sus tetas y volvieron a estimular sus pezones y clítoris. Entonces él apoyó la punta de su polla en la lengua de Sara y se pajeó unos segundos hasta que empezaron a salir chorretones de esperma directos a la boca. Cuando acabó de eyacular dio unos golpecitos en la cara a Sara con el pene, y también se fue duchar. Ella cerró la boca y tragó todo lo que habían depositado en ella. Luego volvió a abrirla a la espera del siguiente.

Llegó el turno del tercero, que se puso a pajearse en frente de Sara con la boca abierta. Sin previo aviso empezó a salir la lefa de su polla, cayendo sobre la cara y la boca abierta de la animadora. Cuando hubo acabado Sara tragó lo que había caído en su boca y recibió los golpecitos en la cara de la polla. El resto del equipo fue pasando y haciendo lo mismo que el tercero. Todos se fueron corriendo sobre Sara, que cada vez se tragaba lo que había caído en su boca, y recibió los golpecitos en la cara con el miembro viril.

Cuando hubo acabado el último, Sara se encontraba cubierta de esperma. De tanto que había en su cara había resbalado por su cuello hasta sus tetas y por todo su cuerpo. Estaba bañada en semen. Su cara era una mezcla de esperma, rímel corrido, lágrimas y su propia saliva. Y estaba un poco roja debido a todos los golpes de polla que había recibido en las mejillas. De lo cachonda que estaba se tumbó en el suelo de las duchas mientras los jugadores que acaban de follársela se duchaban a su alrededor y se masturbó hasta que se hubo corrido por tercera vez aquella tarde.



Este relato está inspirado en mi amiga Sara (@Sarat_ts) y está dedicado a ella.









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