Se quedó
paralizada al ver que aquel hombre la había descubierto. Él, silenciosamente, se
acercó donde ella estaba. Se puso en frente de ella y se inclinó para
susurrarle al oído:
-
Yo tendré la boca cerrada si tú la tienes
abierta.
Y sin decir
nada más se bajó el pantalón de deporte y los boxers hasta las rodillas. Sara
ponía cara de duda y no estaba segura de lo que iba a hacer. Pero tenía que
comprar su silencio, así que sacó la lengua y empezó a lamer el pene flácido de
aquel chico. Se puso a chuparla, y notó cómo poco a poco empezaba a crecer
dentro de su boca. Cuando ya tenía la polla totalmente dura, él cogía a Sara de
la cabeza y le follaba la boca con ganas. Ella se dejaba hacer e intentaba no
ahogarse, mientras oían al resto del equipo al otro lado de las taquillas.
Sin embargo,
la suerte de Sara no acabaría con esa mamada. Aún no había concluido su faena
cuando de repente se oyó un grito sobre todos los demás.
-
¡Qué cabrón! ¡Se la guardaba para él solo!
Tanto el
chico como Sara se giraron al instante y ahí estaba otro de los jugadores,
mirándoles mientras gritaba. Rápidamente llegó el resto del equipo a ver lo que
estaba ocurriendo. Cogieron entre todos a Sara y la llevaron al centro del
vestuario. Con Sara en medio, todos los jugadores se sentaron en los bancos en
torno a ella. El capitán del equipo, Juan, se puso en pie junto a Sara.
-
Mirad chicos, nuestro premio por ganar el
partido. La preciosa… - Miró a la animadora con cara interrogadora.
-
Sara… - Contestó ella tímidamente.
En ese
momento estaba un poco nerviosa y asustada por lo que podía llegar a pasar,
pero lo mojada que iba evidenciaba que realmente estaba cachondísima por la
situación que se le presentaba. Juan seguía su discurso.
-
Está claro que han querido premiarnos con este
pedazo de culo.
La última palabra la dijo al tiempo
que daba una palmada en el culo a Sara, y le agarraba la nalga fuertemente con
la mano. Ella se sonrojó.
-
Levanta las manos. – Ella obedeció. – ¿Queréis
ver carne?
Juan cogió
del top de animadora por abajo y fue subiendo hacia arria mientras que el resto
del equipo gritaba: “¡TETAS! ¡TETAS! ¡TETAS! ¡TETAS!”. Sara no bajaba los
brazos. El top subió por encima del ombligo hasta llegar a cubrirle solo las
tetas. Los hombres miraban babeando y gritando. Sara cogió aire. Pero sin
embargo Juan le volvió a colocar el top.
Ella respiró pensando que había sido una broma, pero el capitán, que se había sentado con el resto, volvió a hablar.
Ella respiró pensando que había sido una broma, pero el capitán, que se había sentado con el resto, volvió a hablar.
-
He tenido una idea mejor. Sara se va a desnudar
para nosotros.
El vestuario
estalló en gritos de júbilo. A Sara se le abrieron los ojos completamente tras
oír esto. Tras unos segundos quieta, se llevó las manos al top del uniforme de
animadora y se lo quito lentamente bajo la atenta mirada de todo el equipo y
sus griteríos. Sin embargo, ella misma se sorprendió al notar que aquello le
gustaba y estaba disfrutando de ser el centro de atención. Ya con una sonrisita
en la cara, hizo lo propio con la falda para quedarse únicamente en ropa
interior. Se puso a moverse sensualmente alrededor del círculo formado por los
hombres, ahora Sara se lo estaba pasando bien. Ellos la piropeaban conforme
pasaba por delante, y los más lanzados le palmeaban el culo a su paso. Se
dirigió de nuevo al centro y se llevó las manos a la espalda. Desabrochó su
sujetador, lo cogió por delante y cuando estuvieron todos mirando se lo quitó
de un tirón y lo lanzó a la multitud. Los hombres miraban embobados las dos
grandes tetas naturales de Sara, las cuales ahora ella misma se tocaba y
magreaba poniendo caliente al personal. Faltaba una cosa más. Sara deslizó
lentamente sus braguitas hacia abajo hasta quitárselas del todo. Dio una vuelta
sobre sí misma para que todo el mundo pudiera verla. Luego lanzó sus braguitas
a la cara de uno de ellos.
Juan se
levantó de nuevo y fue hasta ella. Le agarró las tetas y las disfrutó unos
segundos. Luego dijo:
-
Tú ya nos has enseñado todo. Ahora nos toca a
nosotros. Vamos chicos.
Se
levantaron todos y la rodearon de cerca. Se sacaron todos la polla. Sara se
emocionó mucho y miraba de lado a lado. Entonces Juan puso la mano en la cabeza
de Sara y empujó hacia abajo. Ella se dejó llevar y acabó arrodillada entre la
multitud de penes que apuntaban hacia ella. Juan ejerció su derecho de capitán
y fue el primero en meter la polla en la boca de Sara. Ella empezó a chuparla
mientras con las manos cogió otras dos pollas y se puso a pajearlas. Juan la
cogió del pelo y le metió la polla entera en la garganta. Sara intentaba coger
aire pero el capitán del equipo usaba su fuerza para mantenerla ahí. A Sara le
brotaron varias lágrimas al estar ahogándose con la polla. Cuando por fin la
soltó cogió aire desesperadamente pero no tuvo mucho tiempo para descansar
porque el siguiente jugador ya se la había metido en la garganta. Así fueron
pasando uno a uno follándole la boca a Sara. En un momento ya había saboreado
las pollas de todo el equipo. Mientras chupaba una, el resto le golpeaban la
cara con sus miembros y los restregaban por sus mejillas. Esa clase de sexo
guarro a Sara le ponía a mil.
La bella
cara de Sara era todo un cuadro. El rímel se le había corrido hasta manchar sus
mejillas. Su propia saliva caía sobre sus tetas al babear mientras le follaban
la boca. Juan decidió que era hora de pasar a algo más. Tumbó a la animadora
boca arriba sobre uno de los bancos del vestuario. Apoyó su salivada polla
sobre el coñito de Sara, y lentamente pero sin pausa la penetró hasta el fondo.
Ella gimió de gusto. El resto se pajeaba a su alrededor. Le tocaban su cuerpo,
sobre todo esas fantásticas tetas. Uno de ellos le metió la polla en la boca
para que mamara mientras Juan se la follaba.
Sara ya
estaba siendo follada a un buen ritmo. Los jugadores se iban turnando tanto su
coño como su boca. Ella solo estaba tumbada y se dejaba hacer. Uno de los
hombres decidió innovar y se sentó sobre su vientre. Puso su miembro entre las
tetas y se puso a follárselas. Después de eso los demás empezaron a turnarse
también las tetas de Sara. De repente, el que en ese momento estaba follándose su
boca, no aguantó más y se corrió. Pero se corrió sin parar de follarse su boca,
y la corrida fue directamente a la garganta. Sara se puso a toser aún con la
polla de aquel chico eyaculando en su boca, y mientras otros dos seguían
follándose su coñito y sus tetas. Cuando dejó de correrse, sacó la polla de la
boca de Sara y le dio un par de bofetadas con ella en la cara mientras aún
tosía. Después se fue a la ducha.
Cuando Sara
dejó de toser otro chico ocupó el lugar del anterior. Poco después pusieron a Sara
a cuatro patas en medio del vestuario. Juan se puso donde estaba su cara y se
la metió de nuevo en la boca mientras decía:
-
Bueno Sara, sólo queda un agujero por probar.
En un
principio no le asustó la idea ya que había tenido sexo anal anteriormente. Sin
embargo, cuando notó un glande apoyarse en su ano y giró la cabeza para ver
quién sería el primero del equipo en follarle el culo, le invadió el pánico. Un
negro con un pene gigantesco estaba preparado para encularla. Sara iba a decir
algo, pero Juan volvió a meter la polla en su boca y a penetrarla. El negro
empezó a meterla por el culo de la animadora. Sara cogía las piernas de Juan
mientras era penetrada por ambos extremos de su cuerpo, y a cada centímetro que
entraba por su culo apretaba más las manos. Al mismo tiempo, miraba a Juan
mientras se la chupaba, poniéndole ojitos de suplicar clemencia para su
trasero. Sin embargo, lejos de darle tregua, Juan se puso a follarle la
garganta hasta el fondo y a buen ritmo, y el negro hizo lo mismo por el otro lado.
En un momento Sara empezó a sufrir intenso dolor, pero poco a poco ese dolor fue transformándose en placer hasta el punto de que tuvo un gran orgasmo.
En un momento Sara empezó a sufrir intenso dolor, pero poco a poco ese dolor fue transformándose en placer hasta el punto de que tuvo un gran orgasmo.
-
Vale, ya. Me toca. – Dijo entonces Juan.
El negro se
apartó y cedió su lugar al capitán. Sin
suavidad ni nada, metió la polla en el culo de Sara como si fuera su coño. Eso
provocó en ella un ligero sobresalto. Aun así se dejó hacer y Juan pudo darle
embestidas anales a su gusto. Le metía la polla entera dentro. Pese a haber
tenido antes la del negro, el agujero seguía siendo muy estrecho. Entonces Juan
dio instrucciones a otro jugador para que se pusiera debajo de Sara, que seguía
a cuatro patas. En cuanto ella notó una polla intentando entrar en su coño se
sacó la polla de la boca para negarse:
-
¡No, no! ¡Eso sí que no! ¡Por el coño y el culo
a la vez no! Me vais a destrozar…
- ¡Calla guarra! – Soltó el que se había puesto
debajo. – Te estás follando a todo un equipo de fútbol, no te hagas ahora la
estrecha.
Sin esperar
permiso, el chico se la metió y Sara empezó a ser follada por el culo y el coño
a la vez. Y no con delicadeza que digamos.
Sara gritaba y apretaba todos los músculos.
Sara gritaba y apretaba todos los músculos.
-
¡Joder!
¡Me vais a partir en dos! - Pero ni Juan ni el otro chico dejaban de
follársela.
-
Que alguien la calle. – Ordenó Juan.
Un tercer
jugador le metió la polla en la boca y silenció bastante sus gritos, aunque no
dejaba de cerrar los ojos con fuerza, y otra vez salían lágrimas de ellos.
Pero, tal y como había pasado antes, el dolor volvió a transformarse en placer,
y a los pocos minutos llegaba el segundo orgasmo de Sara. Tras esto, como era
habitual, los jugadores se turnaban entre su boca, su coño y su culo. Pocos
minutos después el que se follaba el culo de Sara no pudo más y explotó dentro
de ella. Mientras seguían follándole el coño y la boca, Sara notaba como el
líquido denso y caliente se derramaba dentro de su culo. Al contrario de lo que
ella habría pensado, esa sensación la puso aún más cachonda. Cuando aquel chico
hubo acabado de rellenar el culo de Sara con su leche, el resto del equipo
decidió que era momento de acabar aquella orgía.
Cogieron a
Sara y la llevaron a las duchas. Arrodillada en el suelo, los jugadores del
equipo la rodearon. Un montón de pollas a punto de correrse apuntando hacia
ella. Sara se quedaba inmóvil, esperando algo, y se tocaba el coñito y
acariciaba los pezones. Uno de ellos estaba a punto de correrse y dio un paso
hacia Sara. Ella se cogió las tetas y las levantó como ofreciéndolas. Aquel
chico apuntó hacia ellas y las regó con varios latigazos de semen. Al acabar
dio un par de golpes con la polla en sus tetas y se fue a ducharse.
Segundos
después se acercaba el segundo. Sara volvía a ofrecer sus tetas pero no esta
vez él la agarró del pelo y dijo: “Abre la boca”. Ella obedeció. Abrió la boca
y sacó la lengua. Sus manos dejaron de
sujetar sus tetas y volvieron a estimular sus pezones y clítoris. Entonces él
apoyó la punta de su polla en la lengua de Sara y se pajeó unos segundos hasta
que empezaron a salir chorretones de esperma directos a la boca. Cuando acabó
de eyacular dio unos golpecitos en la cara a Sara con el pene, y también se fue
duchar. Ella cerró la boca y tragó todo lo que habían depositado en ella. Luego
volvió a abrirla a la espera del siguiente.
Llegó el
turno del tercero, que se puso a pajearse en frente de Sara con la boca
abierta. Sin previo aviso empezó a salir la lefa de su polla, cayendo sobre la
cara y la boca abierta de la animadora. Cuando hubo acabado Sara tragó lo que
había caído en su boca y recibió los golpecitos en la cara de la polla. El
resto del equipo fue pasando y haciendo lo mismo que el tercero. Todos se
fueron corriendo sobre Sara, que cada vez se tragaba lo que había caído en su
boca, y recibió los golpecitos en la cara con el miembro viril.
Cuando hubo
acabado el último, Sara se encontraba cubierta de esperma. De tanto que había
en su cara había resbalado por su cuello hasta sus tetas y por todo su cuerpo.
Estaba bañada en semen. Su cara era una mezcla de esperma, rímel corrido,
lágrimas y su propia saliva. Y estaba un poco roja debido a todos los golpes de
polla que había recibido en las mejillas. De lo cachonda que estaba se tumbó en
el suelo de las duchas mientras los jugadores que acaban de follársela se
duchaban a su alrededor y se masturbó hasta que se hubo corrido por tercera vez
aquella tarde.
Este relato está inspirado en mi amiga Sara (@Sarat_ts) y
está dedicado a ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario