Llegué al complejo reservado por la empresa para tal evento, vestido de traje y corbata, muy elegante. Fui recibido a la entrada por algunos compañeros míos que ya habían llegado. Me senté con ellos y vi en la mesa de enfrente a Lucía, saludándome con la mirada y una amplia sonrisa. Saludé con la mano.
Tras una agradable cena nos levantamos de nuestras mesas para hablar unos con otros. Vi a Lucía levantarse de su mesa y andar entre los invitados. Llevaba un vestido largo, hasta las rodillas y de color rojo. Tacones a juego y labios pintados del mismo color rojo pasión que el vestido. Con un escotazo que invitaba a los presentas a dedicarle una paja. Su pelo pelirrojo recogido en un bonito y elaborado moño. En la mano llevaba elegantemente un Martini.